
No pude reparar con palabras prestadas
El faltante carnoso de este momento.
Traté de dibujarte en vano,
Pero nadie conoce tu silencio.
Ahora se me achica el habla, pero tengo aire suficiente
Para poblar la noche con un beso.
Te amo como un abrazo, una mirada y tu pelo negro.
Te amo y tiemblo pensando en encontrarte.
Más pudieron tus ojos, más tus manos y más tus sueños
Se cayó la distancia, oscureció el olvido.
Quedaron solo cartas como diminutos testigos.
De la mano ahora vamos tendiendo puentes,
Espacios secretos entre las gentes.
Nos miran todos y ven a uno,
Porque con tu sombra me cobijo y
En tu cuello me descuelgo hasta el cansancio.
Me duermo con tu aliento
Despierto con tus parpados,
Me aprendo tus mañas
Y los días de borrasca.
Quiero que confíes en mis manos,
Como confías en el día
Yo confío en tu presencia
Confío en tu palabra que me teje,
En tus desvelos y lecturas,
En un inmenso libro que nos cuenta.
Yo confieso amarte,
Respetando cada uno de tus nacimientos.